top of page

¿POR QUE LLAMAMOS NORMAL A LO QUE NOS HACE DAÑO?

  • Foto del escritor: Elena Gutiérrez
    Elena Gutiérrez
  • 29 ene 2023
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 7 feb



Normalizamos rutinas que no son naturales y creemos que cómo siempre lo hemos hecho así es bueno o incluso ni nos lo cuestionamos.

Diferenciar que es natural y que es normal es un buen trabajo personal. Entendido por normal aquello que hemos establecido como hábitos mecánicos de vida, heredados de creencias culturales, sociales, religiosas, modas, intereses, etc…

En los talleres y sesiones individuales de Ayurveda me encuentro con que trabajar estas creencias es el inicio para hacer sostenible cualquier cambio. También observo que la motivación que suele iniciar este cambio son las manifestaciones de los desequilibrios, fruto de ciertos hábitos que van contra nuestra naturaleza, que se convierten en nuestros propios venenos. Nos hemos desconectado tanto que no nos damos cuenta.


Identifico a continuación el decálogo de las rutinas más “normalizadas” que me encuentro en el día a día:

1. Aguantar las necesidades fisiológicas, es decir, ir al baño cuando tengo necesidad, sin aguantarme y comer con apetito “real” y no “mental”. Identificar nuestro apetito real es uno de los trabajos iniciales que hacemos en una sesión de Ayurveda, cómo sé reconocer cuál es mi apetito real y por tanto ingerir alimentos acorde a ello. Es una de las bases en Ayurveda para estar en un estado de salud.

2. Ingerir alimentos (sólidos o líquidos) a la mañana sin haber hecho previamente una higiene bucal, de boca y lengua. Todo lo que ha sido “liberado” por la noche a la mañana debe ser “expulsado”, sino ahí va para dentro… nos lo tragamos, literal.

3. Dormir con la luz solar, el descanso profundo y reparador se produce con la energía lunar. Por esto es muy importante no sólo cuánto dormimos, sino también cuándo, a qué horas. Puede ocurrir que por nuestra profesión nos encontremos con cambios de turnos y de horarios que nos impidan vivir acorde al ritmo de nuestra naturaleza. Esto nos va poco a poco desequilibrando, si este fuera tu caso te recomiendo una sesión individual para buscar que aspectos pueden ayudarte a equilibrarte y a no profundizar en ese desequilibrio.

4. Tomar bebidas frías y más durante la comida. Apagan nuestro “agni” o fuego digestivo. La calidad de agni es lo que establece la calidad de nuestro metabolismo y por tanto de nuestras digestiones, y éstas a su vez la calidad de nuestros tejidos y por tanto determinan la fuerza de nuestro cuerpo y mente. Además de otros factores que también debilitan agni, que contaremos en sucesivos artículos. Agni es un concepto propio de la medicina de Ayurveda, y está implicado en cualquier desequilibrio crónico o malestar general.

5. Ir a dormir con la digestión sin acabar, bien sea porque ceno tarde o porque me echo una siesta de pijama después de comer.

6. Ir contra las estaciones del año y las energías externas. Recordemos otro de los principios de Ayurveda, lo que es adentro es afuera y lo que es afuera es adentro. A modo de ejemplo, si observo a mi cuerpo, ¿qué le puede apetecer más en invierno para cenar? una ensalada cruda y fría o una sopa caliente. Pensar que independientemente de la estación del año y de donde viva puedo comer y beber lo mismo implica una total desconexión de quienes somos.

7. Vida sedentaria. El cuerpo humano está diseñado y necesitado de movimiento para que todo fluya. Diría que en este aspecto hay mayor conciencia social, cada vez sabemos la importancia que tiene para nuestro ánimo y nuestro cuerpo hacer ejercicio, eso sí, el que más se adecue en cada caso, a la constitución, edad, estación del año, etc… y no irnos al extremo contrario, que como tal, tampoco es recomendable.

8. No descansar, estar más en la polaridad de hacer y no parar.

9. Ir contra nuestro anhelo profundo, no legitimizar aquello que deseo profundamente.

10. La ingesta de alcohol diaria y en todos los espacios de socialización y celebración. De mis estancias en India una de las cosas que más me sorprendió era la ausencia de alcohol en sus celebraciones, fiestas, etc… y por primera vez viví que era posible estar en estos actos sin la necesidad de haber presencia de alcohol. A la vuelta a casa me fijé el reto de vivir un año sin alcohol, en una cultura social de mucho alcohol y ver que pasaba. Pasado el año y tras experimentar que bien me sentía a todos niveles concluí que elegía una vida sin alcohol.


Te invito a ir haciendo algún cambio en tus rutinas, a tu ritmo. Y observar tus propios cambios, si te hacen sentir mejor o peor, este es el filtro, tu propia experimentación, y solo es posible si pasas a la acción. Cuando experimentamos los cambios personalmente ya no existen creencias ni modas con las que debatirte mentalmente, hay un proceso de integración de lo que siento que es adecuado para mí o no, con una observación consciente de causa-efecto, la ley de causa efecto también rige en nuestro cuerpo.


Espero que este artículo te haga plantearte nuevas preguntas y te inspire a nuevas rutinas en tu vida, para pasar de hábitos mecánicos, normalizados, a hábitos más vinculados a tu proceso biológico, natural, para ir a un estado de mayor bienestar y plenitud.

Si quieres conocer más de este conocimiento que nos aporta Ayurveda y de comprensión de las leyes de la naturaleza en el ser de naturaleza que eres, puedes solicitar sesión individual online o venir a nuestros talleres presenciales, vamos informando en Instagram en @Ananda_Ayurveda_Sistemica. Namaste

Comments


bottom of page